En los reinos del sur la blancura eterna es el color del oro congelado, donde las montañas, en su viaje de siglos, no temen ir al mar, el padre de todas las aguas.
En la tierra de los elfos la belleza y el poder se derramó en cada uno de sus hijos; son como los dioses del polvo a los que vanamente nos afanamos en convertirnos.